Ahora que se acerca el verano están empezando a salir al mercado las nuevas cremas encargadas de potenciar nuestra belleza natural. La mayoría de ellas tienen como base principal un aceite muy especial.
Uno de los más conocidos es el “aceite de monoi” que proviene directamente de Francia. Se encontró al colonizar la isla de Tahití y más adelante sería exportado a todo el mundo.
Entre otras cosas, nos ayuda a preservar la estructura de la piel y a conseguir un efecto rejuvenecedor muy destacado.
Propiedades del aceite de monoi
Propiedades cosméticas
Lo primero que tienes que saber sobre el aceite de monoi es que es una sustancia muy especial que, al aplicarla sobre la piel, la hidrata. Está aconsejada para el tratamiento de pieles secas que estén muy desgastadas.
Este aceite se encarga de dejarla muy suave y satinada. Para conseguir obtener los mejores efectos la podemos utilizar como un buen tratamiento corporal para aplicar después de la ducha (momento en el que los poros están abiertos).
Genera una pequeña barrera entre la piel y el exterior para conseguir retener la humedad y evitar que se pueda llegar a deshidratar.
Aceite de Monoi para el pelo
Para el cabello también es muy utilizada. Si la aplicas sobre el pelo empezarás a notar sus efectos en muy poco tiempo.
Lo primero que observaremos es que es capaz de deshacer cualquier tipo de nudo que pudiéramos tener en él. Además, no se encrespará y será mucho más sencillo de peinar.
Realmente este “aceite de monoi” se encuentra presente en una gran cantidad de champús y mascarillas. Sin embargo, si no queremos aplicar ningún tipo de compuesto químico en él, deberíamos prepararnos manualmente una mascarilla utilizando solo este aceite y algunos ingredientes adicionales.
¿Aceite de monoi como crema bronceadora?
Es uno de los últimos descubrimientos de este siglo. El aceite de monoi se puede utilizar como bronceador. Ahora bien, tienes que saber que va a tener una protección muy baja casi nula… no obstante, la capa que genera es tan fuerte que es muy complicado llegar a quemarse.
Es ideal para aplicarla en zonas delicadas como el escote, hombros, piernas o brazos. Conseguiremos un bronceado muy característico y especial.
Sin embargo, no se recomienda para pieles reactivas al sol.. además, nunca te lo tienes que aplicar en la zona de la cara de forma directa.