Hace tan solo unos pocos años el “aceite de coco” se consideraba un aceite exótico. Era algo desconocido y se temía, como con algunos aceites, que sus propiedades no fueran tan buenas como parecían. Últimamente lo escuchamos mucho: o bien está en alguna crema que se anuncia en televisión o bien se incluye en alguna receta famosa.
Es un cosmético excelente ya que nos ayuda a recuperar la firmeza de la piel y su brillo tan característico. Pero esto también lo podemos aplicar al pelo ya que con tan sólo aplicar una pequeña cantidad nos lo va a dejar de forma estupenda.
En este artículo te vamos a mostrar los estupendos beneficios que tiene el aceite de coco para cocinar.
Aceite de coco para cocinar: Una grasa que te va a sorprender
Lo primero que tienes que saber sobre el “aceite de coco” es que tiene concentrado una gran cantidad de ácidos grasos que se consideran saludables. Pero no solo eso ya que también es una buena fuente proteica: dispone de vitaminas del grupo B y minerales que se consideran básicos para el organismo (magnesio, potasio, calcio).
Nos ayuda a mantener sanos el cuerpo y la mente.
Otro de los beneficios que tienes que conocer sobre el “aceite de coco para cocinar” es que tiene una grasa muy especial. En cuanto escuchamos esta palabra creemos que vamos a engordar… y esto es un error. La grasa no significa necesariamente que vaya a contribuir a que cojamos kilos, se trata de un recurso muy especial de nuestro cuerpo que necesita para poder funcionar correctamente.
En este caso en concreto nos va a ayudar a adelgazar… ¿pero cómo puede ser esto? Básicamente en el mismo momento en el que entre en el organismo será capaz de acelerarlo y convertirlo en energía de forma inmediata. Lo hará sin necesidad de entrar en el riego sanguíneo por lo que no va a funcionar de una forma que se pueda llegar a considerar intrusiva.
Además, si queremos bajar de peso lo más rápido posible, te recomendamos que empieces el día tomando una pequeña cucharada de aceite de coco virgen extra estando en ayunas. Después de eso espera al menos 15 minutos para desayunar y así empezarás a experimentar sus efectos.
Es una buena alternativa frente al aceite de oliva. Se puede cocinar a altas temperaturas y no se oxidará ni se volverá tóxico.