El Aceite de Krill está indicado especialmente para mejorar la concentración y la memoria, sobre todo en jóvenes, además, ayuda a evitar cierto tipo de despistes comunes, frenar la evolución del Alzheimer y el TDAH.
Pero no solo eso, el krill ayuda al tratamiento de ciertos problemas como los de vesícula biliar y los causados por los cálculos renales, entre los más importantes.
Dentro de los Omega-3 el aceite de krill es el rey, todos conocemos de los grandes beneficios que estos ácidos grasos aportan a nuestro organismo pero incluso dentro de su clasificación hay ciertas distinciones, y los beneficios aportados por el extraído de este pequeño crustáceo son de los que mejor nos van a venir para nuestro metabolismo.
¿De donde se extrae el Aceite de Krill?
Este tipo de aceite es extraído por una empresa canadiense de un pequeño crustáceo, parecido a una gamba pero mucho más pequeño, que se pesca en el Océano Antártico de una forma completamente sostenible y esta empresa, llamada Neptune Technologies, ha conseguido patentar el complicado proceso de extracción y sintetización de este aceite en frío.
Es tan bueno y beneficioso gracias a plancton del que se alimenta y a las bajas temperaturas en las que vive, de ahí que este curioso crustáceo se presente como un superviviente con alta resistencia y una salud excelente en difíciles condiciones, de ahí que el aceite de krill sea tan preciado dentro de los omega-3.
La extracción ha de completarse en frío porque ha de congelarse el krill justo al ser pescado en alta mar ya que de no hacerse así, comienza dentro de él un proceso por el cual las enzimas en su interior comienzan a descomponer sus propios nutrientes vitales que lo componen en un espacio de tiempo muy corto, así, al completar la primera prensa de aceite en frío sin pasar por ningún proceso de calor, no se rompe la estructura.
Es posible que te encuentres algunos imitadores de este tipo de aceite en el mercado, pero solo la empresa canadiense que te hemos mencionado tiene patentada la extracción en frío, deberás fijarte que en el producto que adquieres tenga en su etiqueta las siglas NKO (Neptune Krill Oil).
Este aceite viene especialmente bien para personas con algún problema en la vesícula biliar, puesto que lleva fosfolípidos que consigue que se digiera prácticamente solo y así no “repite”.
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