El aceite de hipérico se extrae directamente de la planta medicinal Hypericum perforatum y tiene muchas ventajas para el cuerpo humano.
Tiene un poder tan curativo que es especial para curar cualquier tipo de roce, herida, ampolla e, incluso, para tratar algunas enfermedades de piel y así poder aliviar sus síntomas. Es capaz de regenerar la piel en tan solo unos pocos días.
La verdad es que una muy buena idea sería ponerlo en tu botiquín porque nunca sabes cuándo te puede hacer falta un producto tan especial.
Beneficios del aceite de hipérico
El “aceite de hipérico” se consigue macerando las partes de esa flor en aceite de oliva y haciendo que repose durante un periodo aproximado de 40 días mientras le da el sol directo. Poco a poco va a adquiriendo un tono de color rojo. Se recolecta el 24 de junio que es cuando la planta alcanza su cénit de poder curativo.
Es por eso por lo que también se la conoce como la “planta de San Juan”
Aceite de hipérico para la piel y cicatrices
En el caso de que tengamos cualquier herida podemos aplicarla para evitar que se pueda infectar. También es buena para cuando la infección ya se haya producido; en ese caso evitará que se extienda y ayudará a que se pueda curar lo antes posible.
Como ya hemos comentado anteriormente, tiene el poder de regenerar la piel en muy poco tiempo. Es adecuado tanto en heridas leves como en otras más graves.
Sin embargo, hay personas que son alérgicas por lo que deberíamos contactar con un doctor en el caso de que experimentásemos cualquier tipo de síntoma extraño. Esto es vital para no dañar nuestro cuerpo de ninguna manera.
Un buen remedio adecuado para tratar la depresión
Una de las funciones que está siendo fruto del estudio de los profesionales es el uso del aceite de hipérico para tratar los casos de depresión.
Algunas agencias de salud, normalmente de Alemania, la han incluido en la farmacopea oficial y muchas veces se suele prescribir como tratamiento específico.
Ayuda a producir cambios de temperamento positivo en las personas sin tanta carga química como pudiera llegar a tener otros métodos diferentes.
En España todavía no es reconocida como un tratamiento pero es muy posible que, con el paso del tiempo, lo acabe siendo por sus estupendas propiedades.
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